Con el cambio de año, ha entrado en vigor la nueva ley antitabaco. A partir de ahora, muchos de mis alumnos/clientes ya no tendrán que soportar el humo hasta ahora habitual en los locales de hostelería. Y yo ya no tendré que recordar en los cursos de manipulación de alimentos que el camarero no debe fumar en el local por razones higiénico sanitarias.
Se acabó fumar en la misma barra en la que se mostraban los pinchos y raciones. Cada bar y restaurante, tendrá un olor carácterístico: la mayoría a fritura y otros a sus diversas especialidades. Pero éstas podrán degustarse sin tener que tragar el humo del fumador más próximo.
No obstante, ¿es tiempo de cambiar de humos?, ¿es posible que la hostelería se vea afectada por esta medida?. Y... ¿Cómo nos afectará a los sectores y profesionales adyacentes a la hostelería?