El
otro día fui a una cata de quesos maridados con gintonics, y uno de los quesos que
probé y que más me sorprendió fue el gamonedo. Una de las razones por las que
me sorprendió, fue por lo diferente que puede llegar a ser su sabor comiéndolo
con corteza y sin corteza.
Aunque
como no era de extrañar, le han salido competidores. El queso gamonedo (D.O.P.)
sólo es elaborado por 17 productores. En los falsos gamonedos, en lugar de usar
leche cruda, utilizan leches tratadas térmicamente, y los “ojos” son creados de
forma artificial, y no en el proceso de prensado.
Pero…
¿cómo sabemos si el gamonedo que vamos a comprar es el verdadero? Os diría que
por el precio (38 euros/kg), aunque el Consejo Regulador de esta Denominación
de Origen Protegida, se ha dado cuenta de que los fraudulentos ya lo cobran a
30 €/kg!!! Otra posibilidad para comprobar la autenticidad del queso es que os
fijéis en la corteza, que ha de tener marcada un número con una profundidad de unos
0.5 cm. Este número lo ponen los pastores para identificar su producción. El
problema es cuando se vende en cuñas, en las que son más difíciles de detectar
las marcas, o en tablas de varios quesos (donde en la mayoría de los casos, el
gamonedo no es verdadero).
Así
que mi consejo es que lo compréis en tiendas de confianza, lo partan delante
vuestro, o que lo compréis entero y os deis un homenaje con los amigos. Esta
opción os puede salir un poco cara, ya que hay piezas de hasta 7kg. Aunque
también se puede congelar, aunque esto para algunos es una aberración.
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